Conferencias, presentaciones de libros y otros
La feria del libro de Salamanca cierra con esta charla. Rodrigo de la agencia de ilustradores pencil presenta a la ilustradora salmantina María Simavilla.
María entró en la agencia recién salida de la carrera de Bellas artes, hace ahora siete años, y allí la han visto crecer.
María empieza a contarnos su historia desde el principio de todo. Nos muestra una foto suya de niña con un lápiz dibujando. A continuación su primera ilustración, un cuento en un cuaderno cuando aún no sabía escribir. María se lo dictaba a su madre quién dejaba en cada página el espacio para que ella después dibujara. Nos lee el pequeño cuento a la vez que lo va proyectando en una pantalla. Muchos años después, cuando estudió la carrera de Bellas Artes y se reencontró con este cuadernillo, se dio cuenta de que estaba escrito, era su destino.
Después de aquel cuaderno, pidió a sus padres que la apuntaran a clases de dibujo, y fue a la Escuela de Bellas Artes San Eloy. Nos va enseñando sus trabajos, y va diciendo que ya se reconoce en esos primeros dibujos (Por ejemplo, una boda con otra escena entre los personajes espectadores del primer plano donde parece que una mujer le está robando la cartera a otra).
Luego nos muestra otros trabajos de su evolución a lo largo de sus estudios de bellas artes. En cuarto de la carrera descubre la posibilidad de la ilustración, comprobó que la gustaba muchísimo y se preparó en ese campo. Ella siempre tuvo claro que quería estudiar Bellas Artes, pero no recordaba aquella faceta suya de ilustradora. Después creó su portafolio y se lo envió a Pencil.
Ésta es su primera ilustración profesional para la revista Elle. Poco tiempo después entra en el mundo de los libros ilustrados. Nos va mostrando ejemplos de ilustraciones chulísimas. Nos explica los tres tipos de libros que ha ilustrado con Pencil, con tres estilos diferentes, pues a lo largo de los años ha ido aprendiendo técnicas nuevas. Nos habla de programas digitales y no se olvida de que en todos sus trabajos, a pesar del progreso, se ve reflejada. Empezó a trabajar con texturas a partir de un encargo, así es cómo se va puliendo el estilo y clasifica su aprendizaje de estos siete años en tres etapas diferentes.
Durante estos años ha estado preocupada por el estilo, un estilo definido, reconocible, es algo que a lo que los ilustradores dan mucha importancia, pero también piensa que si te obsesionas con ello puedes llegar a sentirte enjaulada, y dejar la oportunidad de crecer como artista, de probar nuevas técnicas y estilos. Lo que hay que hacer es disfrutar y tu personalidad se va a ver en cada una de tus ilustraciones, en los gestos, los detalles, las expresiones, más que en la técnica,
“Cuando ya te olvidas del agobio del estilo y disfrutas es cuando de verdad te encuentras”.
Nos presenta un proyecto que aún no ha salido a la luz, La princesa r que r, pero en el que ya realmente es ella, en un momento más maduro, es lo que hace ahora y realmente le divierte. Es el origen, cierra el círculo pues es un trabajo en el que su madre ha puesto el texto y ella las ilustraciones, cómo en aquél primer cuento que hizo siendo una niña. Ha disfrutado mucho trabajándolo.
Con una ilustración de este libro en la pantalla nos explica que la gusta humanizar las ilustraciones con un lado gamberro y algún defecto, por ejemplo la mujer que no está depilada.
Crear los personajes la encanta, desde bellas artes la gustaba los retratos y la fotografía. La preocupa mucho la expresividad, pues suma mucho, dota de personalidad a los personajes.
Su proceso de trabajo. ¿Cómo se ilustra un libro?
Realiza una primera lectura para tener una idea general y luego una más detallada donde ya va tomando apuntes. Nos enseña algunos ejemplos de su trabajo con el libro Chencho y la bombilla mágica.
El siguiente paso es lo primero que suele pedir la editorial, un estudio de personajes, para lo que María prepara un boceto general a lápiz. El siguiente paso son los cambios que te pide la editorial de ellos. Por ejemplo en el caso de Penny Berry la pidieron una abuela más ágil y una adolescente más enfadada o un poco rebelde. Es bonito ver el primer boceto de María y el resultado tras estos cambios pedidos.
Aquí nos habla de la documentación, para los cambios sugeridos de la abuela se acordó de Jesicca Fletcher y consiguió una fotografía de ella para tenerla en mente e inspirarse en ella. Es importante documentarse y buscar imágenes sobre las que trabajar e inspirarse. Con respecto a esto nos muestra imágenes de personas de Nepal etc. que utilizó para los personajes de Penny Berry. La documentación es necesaria e importante, por ejemplo sobre unicornios, porque no los tiene en su memoria imaginativa. Con Penny Berry ha disfrutado mucho porque tiene seres mitológicos, animales fantásticos, etc.
Una vez que los personajes pasan la prueba de la editorial se enfrenta a los interiores.
El manuscrito está señalado pues subraya detalles físicos, descripciones y anotaciones. Cuando ya sabe lo que quiere dibujar hace el primer croquis de las ilustraciones, el siguiente paso son los bocetos y luego escanearlos.
Sobre esta ilustración nos cuenta que tuvo que darle la vuelta al coche porque se dio cuenta que los protagonistas eran ingleses y el volante estaba al otro lado. Las ilustraciones hacen muy atractiva la charla, nos muestra el boceto de esta escena junto al resultado final.
Nos enseña un vídeo de como hace un boceto, primero en lápiz y luego lo pasa con rotulador, me fijo en que emplea un folio sobre su dibujo a lápiz, para apoyar la mano con el rotulador de manera que evita emborronar.
Una vez que ya tiene los bocetos, escanear, limpiar y cambiar lo que haya que cambiar viene colorear con photoshop.
A continuación nos enseña un vídeo de siete minutos a cámara muy rápida que muestran una hora de trabajo para crear un personaje con una herramienta digital. Es como una mesa de luz, tiene el boceto por debajo y va contorneando y rellenando, y utilizando texturas con diferentes pinceles, como de esponja, etc. Es algo que empezó a utilizar después de un encargo porque la gustó. Cada vez que la encargan un reto va incorporando herramientas nuevas y por eso va puliendo el estilo.
Con el programa digital ni se emborrona ni se gasta papel, nos va contando mientras vemos el vídeo, la ventaja de photoshop que si te equivocas das al botón volver atrás. María cada vez es más detallista. Va dibujando en la propia tableta. Imaginad el trabajo de una escena, si solo un personaje supone una hora de trabajo.
El último año ha trabajado con Penny Berry y ya es como parte de su familia.
Los libros de literatura los suele hacer un solo ilustrador, los de texto suelen ser colaborativos. Pero ella nunca ha trabajado en una ilustración con nadie. Hay casos en los que un ilustrador hace el boceto y otro lo colorea.
Cuando tienes tu portafolio y les gusta normalmente te piden lo mismo. Pero a veces te encargan cosas diferentes y una editorial le pidió un marca páginas, tuvo mucho éxito, se lo compraron y se fue a una exposición por el mundo con la agencia española de cooperación internacional.
Sobre el cartel de la feria del libro
La llamaron para el cartel de la feria porque les gustaron éstas ilustraciones para un libro de texto. A María le apetecía mucho hacer algo más adulto, pues a veces se siente encasillada.
Tenía claro que la protagonista del cartel de la feria del libro fuera una mujer, como lectora, como homenaje. La relación de la mujer con los libros ha sido muy importante porque ha ayudado a romper roles y liberarla.
Envió cuatro bocetos, que nos muestra en la pantalla. Y la que a ella más le gustaba fue la que al final eligieron. Después siguió trabajando con el color.
La idea del libro es muy difícil de trabajar, porque hay tantísimos carteles de tantas ferias del libro, que tuvo que documentarse, no para copiarse, sino precisamente lo contrario, para no caer en algo hecho, en repeticiones. Pasó del libro como casa que te refugia al libro como sombrero, y se le ocurrió la lluvia relacionándolo con la primavera, cuando llueve salen las flores, y luego como empapándose de lecturas y después las gotas las convirtió en palabras que calan. Las flores son como las ideas que te aporta el libro. Tiene muchas lecturas. El gesto de la mujer con los ojos cerrados es porque cuando uno está así tiene más potenciados los demás sentidos, la música, un olor. En este caso disfrutando y empapándose del momento de la lectura. Fue una suerte que escogieran ese boceto por lo que transmitía, esa tranquilidad cuando disfrutas de la lectura, y es un homenaje al libro, a lo que le da y le ha dado y también a las mujeres. Además esto empezó con dos mujeres, con su madre y su abuela, todo está relacionado.
Preguntas del público
¿Tienes contacto con los escritores?
Debería ser así, pero no suele pasar, depende de las editoriales que son los intermediarios. Sí convendría trabajar en equipo, para libros ilustrados como joya están más en contacto. En la princesa r que r, que lo hizo con su madre, estaban al lado todo el tiempo trabajando juntas aportando ideas, pero en la mayoría de los casos no habla nada con el escritor. En algunos casos sí que los escritores dan ideas de lo que quieren que ilustres, pero no siempre es así.
En el caso del cartel de la feria, hiciste cuatro bocetos, ¿hay mucho trabajo que haces que no se llega a ver nunca?
Depende del proyecto, hay veces que sí. Algunas editoriales te piden pruebas, y a veces no las pagan si luego no te lo encargan, otras sí, pero hay muchas veces que no.
El editor de pencil explica que en publicidad pasa muchísimo, pagan muy bien, cuatro veces mas de lo que pueden pagar por un libro de texto o un libro de literatura, pero también te hacen trabajar mucho más.
¿Siempre hay que tener un texto delante?
Si es para ella, por diversión no hace falta, pero siempre hay que tener el texto delante, cuenta el ejemplo de Chencho y la bombilla mágica, que le daban un guion y así no se podía, al final tuvo que escribirlo otro compañero como si fuera un cuento, necesitas apoyarte en un texto.
¿Quién decide qué momento se ilustra, la editorial, el escritor o tú?
En los libros de texto te dicen lo que quieren y es ir poniendo ladrillos, es dibujar y punto. Si es ilustrar depende del proyecto, en Penny Berry querían ilustración por capítulo, y ella elige lo que quiere. Eso es disfrutar realmente, bueno es una de cal y otra de arena.
No se puede vivir de los libros, la mayoría vivimos de los libros y otros proyectos, libros de textos, publicidad, encargos de todo tipo. Los libros son mucho trabajo, está pagado regular, por lo que tienes que buscar otros encargos para poder sobrevivir, tienes que tirar la caña por otros sitios.
Ella no quiere salir del tema infantil, la encanta, es su elemento, pero sí que la gusta de vez en cuando dar el salto a otra cosa. Un cartel nunca lo había hecho y la encantaría que salieran más, un poemario, cualquier reto. Lo que llegue, en cuanto la ofrecen algo nuevo se tira de cabeza.
Portafolio de María Simavilla