Conferencias, presentaciones de libros y otros
El treinta de mayo de 2017, el corsario Rafa, presentó el encuentro con Álvaro Colomer. “Aunque caminen por el valle de la muerte” se trata de un libro bélico de no ficción y trata de un episodio oscuro y controvertido con participación del ejército español.
César Brito González, que acompaña al autor, explica que el libro ha suscrito cierta controversia no entre los lectores, sino entre militares y sus familiares.
¿Cómo surge la idea de escribir sobre este hecho?
Álvaro responde, (hablando muy deprisa), que no iba buscando una novela bélica, pero al terminar la novela anterior “Los bosques de Upsala”, que aborda el tema de los suicidas desde el punto de vista de los familiares, y transcurre en el interior de un piso, como una obra de teatro, necesitaba algo más abierto. Empezó a pensar en la idea de un mercenario del siglo veintiuno, para tratar cómo se adaptan posteriormente a la vida cotidiana. Para ello entrevistó a mercenarios en Alemania e Inglaterra, hasta que uno de ellos le dijo que no entendía por qué quería escribir una ficción sobre un mercenario español cuando ya tenía una historia real en la que intervenían mercenarios americanos y soldados españoles. Le contó la batalla de Najaf. Ya de vuelta en España buscó la bibliografía sobre la misma, la más importante de los últimos cincuenta años, y solo encontró la novela de no ficción de Lorenzo Silva, “Y al final, la guerra” . Se dio cuenta de que era un temazo, una batalla auténtica, desconocida y de la que el Ministerio de defensa no quería que se hablara, por lo que comenzó a investigar y documentarse. La novela cuenta las doce horas que dura la batalla.
Para no extenderme en los aspectos históricos, aquí puedes leer sobre ellos.
El cofidencial. wikipedia El país El mundo
RNE. Biblioteca pública. Álvaro Colomer. Aunque caminen por el valle de la muerte:
El proceso de investigación
Álvaro Colomer, que es periodista cultural y sin experiencia en defensa, se presenta en el Ministerio de defensa para pedir información sobre la batalla de Najaf. Después de tres semanas esperando la llamada prometida se da cuenta de que no le van a llamar para una entrevista de un tema del que no quieren hablar.
Entonces viaja a El salvador, a EU, y a Irak para entrevistar a los soldados y los milicianos que participaron en la batalla.
Y al volver a España después de tres años con un montón de horas de grabaciones, vuelve al Ministerio de defensa con el siguiente planteamiento: “No tengo ninguna intención de dejar mal ejército, pero con las versiones que tengo, es como va a quedar y me gustaría que me dieran su versión o que me justifiquen algunas cosas y las reflejo encantado en el libro”.
En algunas entrevistas a los demás ejércitos, cuando le contaban cosas, el autor pensaba que no podían ser real, ya que solo ves tú campo de visión y no lo que está pasando en conjunto. Para ilustrarlo nos cuenta la anécdota de la batalla en la que de los cuatro tanques del ejército español no funcionaban las ametralladoras de tres. Y sin embargo en las entrevistas con soldados de otros países le decían que los españoles eran unos cobardes que no querían disparar.
“El hecho de estar en un sitio no significa que entiendas lo que está pasando”
Entonces consiguió que le dieran algunas entrevistas con soldados españoles, todas controladas por un oficial, cosa que no pasaba en otros países, en las que las explicaciones eran muy someras. Pero como la investigación la hizo unos diez años después de la batalla empezó a conocer a gente que le decía, habla con éste que estuvo en la batalla y ya no pertenece al ejército, pues hay mucha gente que a los 30-35 años deja el ejército. Éstos tenían ganas de hablar y contarlo todo desde su punto de vista y se justificaron muchas de las barbaridades que habían dicho otros países. Si hubiera escrito el libro sólo con las versiones salvadoreña, americana e iraní el ejército hubiera quedado en peor lugar.
Con todo el material junto se planteó hacer una no ficción, pero no le acababa de gustar el periodismo para llegar a más público, por eso se decidió por la novela cuyo formato tiene más alcance.
Para afrontar los gastos de la investigación habló con la editorial que en un principio le negó ayuda, pero al conocer la historia le dieron un adelanto pequeño que solo sirvió para cubrir un cuarto de los gastos. Viajar a Irak es muy caro por el tema de la seguridad, en Estados Unidos estuvo un mes viajando por todas partes porque los soldados estaban desperdigados por todo el país, pero por aquella época, fue en el 2012, el periodismo no estaba tan mal como ahora y pudo vender reportajes a los periódicos para los que trabajaba, actualmente no hubiera sido posible llevar a cabo la investigación por el factor económico, ya no hay adelantos de las editoriales, y a los medios de comunicación no podría venderles los reportajes a precios razonables.
Un artículo sobre la investigación para esta novela.
El título del libro
La novela se iba a titular “Arderán dentro de sus tanques”, pero al editor de Álvaro Colomer no le gustó, le dijo la novela muy bien pero ese título no va a funcionar. Búscate otro.
Dos años antes de esto, su mujer le regaló un tatuaje, y le convenció. Quiso tatuarse los cuatro últimos versos de “La divina comedia”, pero el tatuador le hizo ver que eran larguísimos, y le iba a quedar una tatuaje muy grande. Entonces le recomendó que se buscara una frase. Y como Álvaro Colomer es muy aficionado al western, escogió el versículo “caminaran por el sendero de la muerte”, que usan mucho en “Seen valley”, de ahí que tiene el título de la novela tatuado en singular. Así que el autor estaba dándole vueltas al título hasta que un día duchándose dijo, si lo tengo escrito aquí. Ahora puede decir que se tatuó el título de la novela cuando en realidad fue previo.
Los personajes
Cuando escribió la novela el autor se planteó el reto de abstraerse de su condición de español, contar la verdad. Se trata de una novela bélica pero también es una novela política.
Coge a un personaje de cada ejército, son seis, un salvadoreño, dos americano, un mercenario, un español, y el iraní y va siguiéndolos. Cada uno de ellos asume lo que Álvaro Colomer percibió que opinaban los demás ejércitos sobre él. Todos los personajes están basados en alguien en concreto, pero tienen pequeñas adjudicaciones de acciones que no fueron propiamente de ellos. Por ejemplo hay un español que es el que elige porque tiene la historia más completa, una visión más amplia que le sirve para contar la batalla, entonces hay acciones que hizo un amigo pero se las regala a éste, para no llenar la novela de personajes. Igual con los demás.
La novela bélica en España
El autor no sabía si la novela iba a salir bien porque no hay tradición en España de novela bélica. Podría haber pasado de largo, y sin embargo ha sido lo bueno que ha tenido. Además, explica Álvaro, tenemos falta de conocimiento del ejército, los civiles no entienden el mundo militar. No hay literatura bélica porque ya no hacemos la mili, lo que supone un problema para este género literario. Según el autor, se puede decir que la mejor novela bélica que ha salido en España es “Iman”, con J. Sender porque estuvo en Marruecos, vivió el Desastre de Annual y luego escribió un novelón con su experiencia. Actualmente es muy raro que salga un escritor de dentro del ejército español, ya cada vez éste es más pequeño y en general es gente de acción que no se interesan por las letras. En Estados Unidos sin embargo es tan grande que es fácil que salga un escritor pero en España no pasa. Tenemos un montón de historias, continúa Álvaro, la guerra es horrorosa pero para un escritor, “sacas la cabeza y saltan las metáforas como las granadas”.
Por otro lado los capítulos bélicos suponen investigaciones muy caras y también los escritores prefieran buscar temáticas más próximas, hace años se decía que los escritores americanos se documentan como salvajes aunque vayan a hablar de dos personas que se enamoran, algo que todos conocemos, en cambio los escritores españoles no se documentan nada, se sientan a escribir y eso hace que la novela española sea más de sentimientos mientras que la novela americana es mas de hechos.
En el libro todo es real y lo único que el autor se inventa son los sentimientos, todos los hechos, incluso los minúsculos se los ha contado alguien,
“yo no digo que está basado en hechos reales, sino narrados. Mi parte de escritor es imaginarme lo que se siente cuando alguien mata a una persona, porque eso la gente no te lo cuenta”
La novela solo se ciñe a la batalla, las doce horas que dura, y está enfocada desde el punto de vista bélico, no de la misión en general.
El escritor dice en el prólogo de la novela “Aunque caminen por el valle de la muerte”:
“En la guerra como en la literatura hay tantos puntos de vista como personas”.